Accesibilidad y discapacidad

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PRL aplicado a los puestos de trabajo y a las personas con discapacidad

Dentro del ámbito de la prevención de riesgos laborales hay que tener en cuenta la gran relación directa que tiene con la accesibilidad universal y con las personas con discapacidad, ya que mejora notoriamente su adecuación al puesto de trabajo. La accesibilidad universal tiene como objetivo lograr que los espacios sean accesibles y usables por cualquier colectivo, tenga o no discapacidad. En el caso de la prevención de riesgos laborales, se pretende evitar todos los riesgos que cualquier persona pueda sufrir a consecuencia de su trabajo.

Dentro de estos dos ámbitos no se puede olvidar al colectivo de personas con discapacidad ya que es demostrable cómo la influencia e implantación de la accesibilidad influye en la disminución y prevención de riesgos y accidentes laborales. Tampoco se puede olvidar la evacuación en caso de emergencia, que, aunque en este artículo no se va a profundizar acerca de ello, es conveniente tener presente como una implantación de la accesibilidad, la formación en materia de trato adecuado a personas con discapacidad y una buena organización facilita la evacuación del colectivo de personas en los centros de trabajo.

Medidas de prevención y chequeo

Para lograr una prevención de accidentes efectiva se deberán realizar una serie de medidas para comprobar la eficacia del plan propuesto con el objetivo principal de determinar si es necesario tomar medidas preventivas, de mejora o de adaptación del puesto de trabajo o del entorno.

Es por ello que en primer lugar se debe:

  • Identificar los diferentes tipos de discapacidades que se puedan presentar.
  • Analizar el grado de accesibilidad y adaptación de las instalaciones comunes, del entorno y del propio puesto de trabajo.
  • Verificar los riesgos en función del tipo de discapacidad y el entorno por donde se desenvolverá el trabajador.

Una vez detectadas las medidas necesarias y los riesgos asociados se procederá a realizar una evaluación de los mismos.

Evaluación de riesgos

En esta fase es importante identificar el peligro y posteriormente estimar el riesgo al que se somete dicho peligro.

Valoración de riesgos

Para valorar los riesgos es conveniente realizar una lista de actividades de trabajo, agrupándolas de forma fácil y usable y obteniendo para cada una de ellas la máxima información posible.

Para dicha evaluación se realizará el siguiente proceso 1 :

  • Estimar la probabilidad de que ocurra el riesgo. La probabilidad del riesgo será baja, media o alta según los parámetros que se indica en la siguiente tabla:


Baja Remotamente posible: el daño ocurre raras veces. Se estima que podría suceder el daño pero es difícil que ocurra, la probabilidad es remota.
Media Bastante posible: el daño ocurre en algunas ocasiones. Aunque no haya ocurrido antes no sería extraño que sucediera.


  • Valorar su nivel (severidad del riesgo). El nivel de riesgo será bajo, medio o alto según su severidad, en función de las indicaciones de la siguiente tabla:


Baja Daños superficiales (pequeños cortes y magulladuras); irritación de los ojos, molestias e irritación (dolor de cabeza, disconfort), lesiones previsiblemente sin baja o con baja inferior a 10 días naturales. Pérdida de material leve.
Media Quemaduras, conmociones, torceduras importantes, fracturas, amputaciones menos graves (dedos), lesiones múltiples; sordera, dermatitis, asma, trastornos músculo-esqueléticos, intoxicaciones previsiblemente no mortales, enfermedades que lleven a incapacidades menores. Lesiones con baja prevista superior a 10 días. Pérdida de material grave.
Alta Amputaciones muy graves (manos, brazos, ojos); cáncer y otras enfermedades crónicas que acorten severamente la vida, lesiones muy graves ocurridas a varias o a muchas personas y lesiones mortales. Pérdida de material muy grave.


  • Conocer el grado que presenta. Una vez que conocemos la probabilidad de que ocurra el riesgo y la severidad del mismo, podremos conocer el grado que presenta (trivial, tolerable, moderado, importante, intolerable) según las relaciones de la siguiente tabla:


Severidad Probabilidad Baja Probabilidad Media Probabilidad Alta
Baja Trivial Tolerable Moderado
Media Tolerable Moderado Importante
Alta Moderado Importante Intolerable


  • Comprobar la forma de actuación ante el riesgo. Por último, una vez obtenido el grado que presenta el riesgo debemos comprobar cuál es el procedimiento de actuación, según se observa en la siguiente tabla:


Riesgo Acciones y prioridad de ejecución
Trivial No se requiere acción específica. Prioridad Baja.
Tolerable No se necesita mejorar la acción preventiva. Sin embargo, se deben considerar soluciones o mejoras que no supongan una carga económica importante. Se requieren comprobaciones periódicas para asegurar que se mantiene la eficacia de las medidas de control. Prioridad Media.
Moderado Se deben hacer esfuerzos para reducir el riesgo, determinando las inversiones precisas. Las medidas para reducir el riesgo deben implantarse en un periodo determinado. Cuando el riesgo moderado esté asociado con consecuencias extremadamente dañinas, se preciará una acción posterior para establecer, con más precisión, la probabilidad de daño como base para determinar necesidad de mejora de las medidas de control. Prioridad Medio-Alta.
Importante No debe comenzarse el trabajo hasta que no haya riesgo. Puede que se precisen recursos considerables para controlar el riesgo. Cuando el riesgo corresponda a un trabajo que se está realizando, debe remediarse el problema de forma urgente. Prioridad Alta.
Intolerable No debe comenzar ni continuar el trabajo hasta que se reduzca el riesgo. Si no es posible reducir el riesgo, incluso con recursos limitados, debe prohibirse el trabajo. Prioridad Inmediata.


Evaluación de riesgos según el tipo de discapacidad

Para asociar el riesgo a cada una de las diferentes situaciones según el grado y tipo de discapacidad, es conveniente tener en cuenta la codificación propuesta por el INSHT17:

RIESGO DE ACCIDENTE

  • 010 Caídas de personas a distinto nivel.
  • 020 Caídas de personas al mismo nivel.
  • 030 Caídas de objetos por desplome o derrumbamiento.
  • 040 Caídas de objetos en manipulación.
  • 050 Caídas por objetos desprendidos.
  • 060 Pisadas sobre objetos.
  • 070 Choques contra objetos inmóviles.
  • 080 Choques contra objetos móviles.
  • 090 Golpes por objetos o herramientas.
  • 100 Proyección de fragmentos o partículas.
  • 110 Atrapamiento por o entre objetos.
  • 120 Atrapamiento por vuelco de máquinas, tractores o vehículos.
  • 130 Sobreesfuerzos.
  • 140 Exposición a temperaturas ambientales extremas.
  • 150 Contactos térmicos.
  • 160 Exposición a contactos eléctricos.
  • 170 Exposición a sustancias nocivas.
  • 180 Contactos sustancias cáusticas y/o corrosivas.
  • 190 Exposición a radiaciones.
  • 200 Explosiones.
  • 210 Incendios.
  • 220 Accidentes causados por seres vivos.
  • 230 Atropellos o golpes con vehículos.

FATIGA

  • 410 Física. Posición.
  • 420 Física. Desplazamiento.
  • 430 Física. Esfuerzo.
  • 440 Física. Manejo de cargas.
  • 450 Mental Recepción de la información.
  • 460 Mental. Tratamiento de la información.
  • 470 Mental. Respuesta.
  • 480 Fatiga crónica.

INSATISFACCIÓN

  • 510 Contenido.
  • 520 Monotonía.
  • 530 Roles
  • 540 Autonomía
  • 550 Comunicaciones
  • 560 Relaciones
  • 570 Tiempo de trabajo

Una vez obtenidos todos esos datos y reconocidos los diferentes riesgos asociados a las distintas medidas de accesibilidad, se podrá obtener una evaluación de riesgos muy precisa.

Hay que tener en cuenta que cada parámetro y riesgo podrá variar en función de la normativa correspondiente, las condiciones del trabajo y de las necesidades del trabajador.

También, es de vital importancia tener en cuenta en dicha evaluación los riesgos psicosociales.

Discapacidad física

Los principales riesgos que se asocian a este tipo de discapacidad son de caídas al mismo y distinto nivel, sobreesfuerzos, golpes contra objetos, quemaduras y riesgos durante las situaciones de evacuación y emergencia. A continuación se detalla con más profundidad cada uno de los grupos.

  1. Personas usuarias de sillas de ruedas: En el caso de trabajadores usuarios de silla de ruedas los riesgos más asociados son las caídas de la silla (debido a su inestabilidad), golpes y arañazos contra objetos inmóviles (por la falta de accesibilidad, escasez de espacio) y sobreesfuerzos (para salvar obstáculos), riesgos de quemaduras (en caso de pérdida de sensibilidad), esfuerzos (debido a las limitaciones de alcance visual y manual, como consecuencia de su situación sentada o de talla baja), y especial mención a las situaciones de evacuación y emergencia, debido a la imposibilidad de bajar escaleras por sus propios métodos, necesitando la ayuda de productos de apoyo o de terceras personas.
  2. Personas con dificultades para caminar: Las personas que presenten este tipo de dificultad, normalmente precisan ayuda de muletas, bastones o andadores. Los mayores riesgos son los relacionados con las caídas (debido a la inestabilidad), al igual que las personas con movilidad reducida estos trabajadores necesitarán que la zona sea accesible y que cuenten con el suficiente espacio de paso para evitar tanto el riesgo de caídas como el de golpes y choques contra objetos inmóviles, así como el riesgo de sobreesfuerzo por el uso de las muletas o bastones. También son críticas las situaciones de emergencia y evacuación, debido a la lentitud en la evacuación y al gran espacio libre que necesitan.
  3. Personas con problemas de manipulación. Dificultades para usar brazos y manos: En este caso, los principales riesgos asociados son los de caída al mismo o distinto nivel (debido a la dificultad de apoyo, agarre o protección) y el de caída de objetos en manipulación en caso de dificultades de agarre. También se prestar especial atención en la adaptación del puesto de trabajo.

Discapacidad sensorial

Se hace especial mención a los trabajadores con discapacidad auditiva y visual, ya que los trabajadores con discapacidad en el habla, no precisarán en general adaptaciones especiales, aunque si se tendrán en cuenta para no ubicarlos en funciones que puedan ser incompatibles con su discapacidad.

  1. Personas con discapacidad visual: Los mayores riesgos asociados a los trabajadores con discapacidad visual son los de choques (contra objetos inmóviles) y de atropellos o golpes, y los casos de evacuación y emergencia.
  2. Personas con discapacidad auditiva: Los riesgos más asociados son caídas al mismo y distinto nivel, golpes, choques y atropellos contra objetos móviles e inmóviles (debido a la atención que deben ir prestando a la persona con la que interactúan), riesgos derivados de la falta de comunicación, ya sea a través telefónica o la comunicación con el resto de personas si no se establace el protocolo de comunicación: uso del lenguaje, taparse la boca, no hablar de frente, etc.

Discapacidad cognitiva

Los riesgos más asociados a este tipo de discapacidad son golpes contra objetos, atropellos y las situaciones de emergencia.

Se prestará especial atención a las exigencias o demandas del puesto de trabajo (accesibilidad, organización del trabajo, condiciones, comunicación, etc.) y la capacidad funcional del trabajador (capacidad física, sensorial, psíquica, formativa y social).

Trabajadores con otros tipos de necesidades

En este apartado conviene hacer mención a las personas con discapacidad orgánica, personas alérgicas, etc. Los riesgos asociados podrán ser diversos y deberán ser estudiados según las necesidades del trabajador.

Los riesgos psicosociales

Caso aparte merece el estudio de los riesgos psicosociales, ya que tienen una mayor incidencia de riesgo en el caso de las personas con discapacidad, debido a la falta de inclusión que presenta el colectivo.

El mobbing o acoso laboral

Se entiende por mobbing o acoso laboral como “una serie de comportamientos o comunica­ciones hostiles e inmorales con violencia psicológica extrema, que son dirigidas de forma sistemática y recurrente por uno o varios individuos hacia principalmente un solo individuo, con la finalidad de destruir sus redes de comunicación, su reputación, perturbar el ejercicio de su trabajo y lograr finalmente que abandone el lugar de trabajo”.

El estrés

Se define al estrés laboral como “un estado que se acompaña de quejas o disfunciones físicas, psicológicas o sociales y que es re­sultado de la incapacidad de los individuos de estar a la altura de las exigencias o expectativas puestas en ellos”.

El Bornout o síndrome de estar quemado

El Bornout o síndrome de estar quemado se define como “una respuesta al estrés laboral crónico integrada por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado”.

Discriminación directa

Se da cuando una persona, por motivos de discapacidad, recibe un trato menos favorable que el que recibe, ha recibido o recibiría otra persona en una situación similar.

Este tipo de discriminación tiene gran incidencia en los riesgos psicosociales puesto que influye en la motivación, la satisfacción laboral y en su inclusión. Cuando se produce este tipo de dis-criminación, el trabajador no desarrolla su trabajo en las condiciones adecuadas conllevando con ello diferentes riesgos laborales.

Otros factores que influyen en la prevención y accesibilidad del puesto de trabajo

Además de los factores de riesgos mencionados anteriormente y los que se puedan ocasionar como consecuencia de caídas, de la no adaptación del puesto u otras incidencias, es importante tener en cuenta otros factores, entre los que destacan los siguientes:

  1. Organización del trabajo. Si es necesario hay que adaptarse a las condiciones del trabajador dentro de la medida de lo posible: libertad de horarios, tiempos de descanso, teletrabajo, ausencias, ubicación del puesto, etc.
  2. Formación en materia de Prevención de Riesgos Laborales hacia los trabajadores. Es conveniente, al igual que se debe hacer con cualquier trabajador, dar formación en materia preventiva, teniendo en cuenta para ello y en el caso especial de las personas con discapacidad, ofrecer material adaptado, que la formación sea personalizada, la accesibilidad a las herramientas de trabajo, etc.
  3. Evacuación en casos de emergencia: formar a los trabajadores y hacer simulacros, señalizar todos los espacios y planos. Asignar un encargado para que se ocupe de las personas con discapacidad en estos casos.
  4. Trato adecuado a las personas con discapacidad. Ofrecer jornadas de concienciación y de trato de adecuado a personas con discapacidad a todos los trabajadores, tengan o no discapacidad, de forma que no puedan sentirse discriminados por un trato inadecuado.

Por último, por citar algunos ejemplos más, se pueden considerar las siguientes anotaciones:

  • Organizar encuentros entre trabajadores con y sin discapacidad para facilitar su inclusión.
  • Realizar una incorporación escalonada al puesto de trabajo.
  • Reasignar aquellas tareas que el trabajador con discapacidad no pueda desarrollar a otra persona.

Enlaces

Ver Persona con discapacidad.

Ver R.D.L. 1/2013 Ley General de derechos de las personas con discapacidad.

Ver NTP 1003: Diseño de puestos ocupados por personas con discapacidad: principios básicos.

Ver NTP 1004: Diseño de puestos ocupados por personas con discapacidad: adaptación y accesibilidad.

Elaborado por

Antonio Espinola Jiménez. Arquitecto Técnico. Ingeniero en la Edificación. Experto en Accesibilidad Universal. TSPRL y Perito Judicial. linkedin, Arquitecto Técnico en La Ciudad Accesible.